Entrevista realizada a María Isabel Pérez García, profesora del Centro desde hace más de 39 años.
P: ¿Cuál es tu nombre?
R: Todos me conocen como Maribel, aunque me llamo María Isabel.
P: ¿Cuántos años llevas impartiendo clase en este centro, el Colegio San José de Salamanca?
R: Más de treinta y nueve años… El tiempo pasa muy rápido…
P: ¿Cuántas asignaturas has impartido durante estos años?
R: He impartido las áreas de Matemáticas, Ciencias Naturales, Plástica y Tecnología, acordes a mis estudios.
P: ¿Cómo te sentiste la primera vez que diste clase?
R: Algo nerviosa e insegura, la verdad, pero también con mucha ilusión. Era mi primer trabajo y mi primer contacto con el mundo de la educación, toda una experiencia nueva para mí.
P: ¿Qué es lo que más te ha gustado de tu trabajo?
R: Como asignatura, la que más me gusta es Matemáticas. Como experiencia, ver cómo avanzan los niños, día a día, y la ilusión que ponen en aprender, aunque siempre hay diversidad en esto. Y aún puedo decir que me gusta, que estoy en lo que ahora se llama jubilación parcial.
P: ¿Las clases han sido siempre mixtas?
R: No. Los primeros años el colegio era femenino, sólo había chicas y el número de alumnas era considerable, alrededor de cuarenta por clase. Al cabo de pocos años, el colegio pasó a ser mixto y el número de alumnos por clase se fue reduciendo.
P: ¿Qué cambios has percibido, mejor dicho, percibes, entre la educación de antes y la actual?
R: La educación ha cambiado mucho, al ritmo de la sociedad. No sólo se ha reducido el número de alumnos, se trabaja más en equipo y se valoran otros aspectos, como las competencias, no sólo los contenidos. Además, se ha incorporado el mundo digital, lo que ha cambiado la forma de enseñar y la forma de percibir los contenidos y los aspectos educativos. Antes, la relación entre alumnos y profesores era más distante, era una relación con un respeto más riguroso, pero no por ello mejor ni peor, sí distinto.
P: ¿Cambiarías algo de la enseñanza de antes y de la de ahora?
R: Se podría decir que la educación y la sociedad cambian al mismo ritmo, en un feedback constante, y que se interrelacionan mutuamente: cuando cambia la educación, la sociedad también lo hace, y viceversa.
P: Por último, sólo me queda felicitarte y darte un abrazo, en nombre de toda la comunidad educativa, por todos estos años de esfuerzo y dedicación en la enseñanza de varias generaciones de nuestro centro.
R: Muchas gracias. Venga, ese abrazo.